La niña que odiaba la vida en el campo creció amando a la gente y las relaciones

Mi hija tenía 12 años cuando fue al campo, y pasó situaciones muy difíciles en esa escuela de maltrato físico inclusive. Una vez fue tanto lo que ella sufrió que dijo, «No voy a volver más a este lugar. Cuando yo me vaya de aquí nunca más voy a volver.» Lo lindo fue que Dios trabajó en ese corazón, y después que ella se fue, ya amaba ese lugar. Había hecho amistades. Y después, lo más fresco que yo te puedo decir es que ahora, después de 18 años de haber salido de esa provincia, ya casada, con su hija, como era tanto el anhelo de volver, su esposo para Navidad le regaló esos tiquetes para llegar a este país de Asia Central.

¡Ella lloraba, “No lo puedo creer!» cuando recibió ese regalo. Hace 2 semanas atrás volvió de ese viaje con su esposa y con su hija. Los amigos que ella nunca perdió la relación habían hecho un agasajo en un hotel. Todas las amigas de esa compañera de ella que ya estaban en otra provincia viajaron para encontrarse con ellos. Ella nos mandó fotos y fue increíble. Su esposo dice, «Pensé que conocía a mi esposa, pero no la conocía. Ella fluyó con los amigos. Se reían, recordaban las anécdotas de los profesores. ¡Fue un encuentro maravilloso!

Además, tuvo otra experiencia. Viajando hacia otro lugar se encuentran con amigas, con mujeres religiosas, que sus esposos estaban en La Meca y empezaron a hablar, y la invitaron a ir a su casa. Ella fue con su esposo, y terminaron orando por ellos. Esta mujer musulmana le pregunta,

«Y ustedes, ¿dónde se conocieron? cómo se conocieron?»

Ella dijo, «En un estudio, en un encuentro, estudiando el Injil.»

«Y qué es eso?» y ahí empezaron y terminaron orando. Su esposo dijo, «Una experiencia que nunca hubiera imaginado, orar por ellos y bendecir, y ellas terminaron orando por nosotros.» Yo creo que eso fue el sello de lo que Dios hizo, como pudo sanar su corazón, y como al volver a ese lugar y reencontrarse fue algo maravilloso«