Ésta es una pregunta que inevitablemente debemos hacernos, de cara al reto de la Gran Comisión que tenemos como Iglesia Latinoamericana. Tiempo atrás dejamos de ser un campo, abriendo paso a la capacidad de convertirnos en una fuerza potencial de envío de obreros a los lugares de la tierra que no tienen acceso al evangelio. Definitivamente es una tarea que lleva consigo un panorama sombrío y poco transitado para la mayoría de las iglesias de nuestros países. Pero que, a su vez, nos confronta ante la oportunidad de vivir en obediencia al mandato de ir y hacer discípulos a todas las naciones*. Con esto en mente dialogamos con el Pastor Arturo Delgado en San Luis Potosí, México Quienes han enviado obreros desde 1999 y nos compartió lo que esto ha implicado para ellos.

El cuarto del desorden

En nuestras casas tenemos un lugar donde depositamos todas las cosas que ya no se usan pero que no quisimos tirar por alguna razón. Regularmente preferimos olvidar que este lugar existe, ¿cierto? ¿Y qué cosas dejamos olvidadas, postergadas como Iglesia?